El adelgazamiento de las Cajas de Ahorros

Las recientes fusiones de algunas de las Cajas de Ahorros españolas, no solo ha sido un paso necesario para evitar que algunas de ellas dejaran el panorama financiero, sino que ha traído como consecuencia, entre otras cosas, la disminución de la red de oficinas de estas entidades.

Según los datos al cierre del primer semestre de 2011, la red de oficinas de las Cajas de Ahorros, ha pasado de las 24.252 oficinas que había a finales del 2009, a 21.750 al finalizar el primer semestre de este año. Ello supone una disminución de 2.502 oficinas (10,32% menos de oficinas).

Si tomamos como base el número de oficinas que había al cierre del ejercicio 2008, la disminución ha sido de 3.301 oficinas, pues en esas fechas, las Cajas de Ahorros contaban con un total de 25.051 oficinas (un 13,18% menos de oficinas).

Si estos datos pueden parecer alarmantes, basta recordar que todavía hay entidades en proceso de cierre de oficinas (aquellas que derivadas de las fusiones no son rentables, por proximidad con otras oficinas que antes no pertenecían a la red de oficinas porque pertenecían a entidades distintas), como puede ser Bankia, que ha cerrado 472 oficinas, pero según sus planes, espera concluir con el cierre de 657 oficinas, por lo que quedarían 185 sucursales pendientes de echar la persiana.

A la reducción del número de oficinas, hay que sumar el del personal afectado por esas reducciones. La reducción de plantilla ha obedecido a bajas incentivadas y a prejubilaciones de empleados. Así, al cierre de 2009, las Cajas de Ahorros contaban con 132.340 empleados, mientras que al cierre del primer semestre de 2011, el número de empleados era de 121.229, lo que implica una reducción de 11.111 personas (8,40% menos de plantilla). Si comparamos estas cifras con el número de empleados que había al cierre de 2008, la cifra supone una reducción de 14.186 empleados (un 10,48% menos), pues la plantilla era por aquellas fechas de 135.415 empleados.

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